Edición propia
Este sorprendente libro del arquitecto Livingston nos permite recuperar la pólemica, ese arte del
ataque y la defensa tan popular entre los griegos.
En efecto, aquí el autor dispara sus dardos siempre hacia algún flanco débil de nuestro sitema
social. Desde si posición públicamente conocida sobre el fenómeno cubano basta el autoritarismo
en la educación o desde la escandalosa construcción de una escuela shopping en Buenos Aires
hasta los ríspidos y jugosos diálogos que el autor mantiene con Ernesto Sabato, David Viñas y
Carlos Fuentes sobre ética, política y arquitectura, nada escapa aquí a su humor inteligente.
Y, sobre todo, a si compromiso humano: dos palabras que, juntas, son como el Paraíso Perdido en
estos tiempos de capital salvaje y conquistadores de mercado.
Dice Livingston en el prólogo: “En un mundo donde abundan los canallas -y, lo que es peor muchas
veces gobiernan - lo que mide la dignidad de una persona es su capacidad de indignarse y no su
indiferencia". Esa es la convicción que él ha proyectado a toda su obra. Enfrentados a este nuevo
libro, los lectores podrán apasionarse o indignarse, pero nunca quedarán indiferentes.
Del mismo autor se ha publicado Memorias de un funcionario y Cuba existe. es socialista y no está
en coma, dos títulos con enorme éxito de crítica.
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