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FRANK LLOYD WRIGHT EN EL ARTE Y LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XXI - Editorial Nobuko Diseño

FRANK LLOYD WRIGHT EN EL ARTE Y LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XXI - Editorial Nobuko Diseño

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Desde fines del siglo XVIII la Modernidad se tradujo en realidades complejas, fuertemente enraizadas en el devenir cultural de la sociedad contemporánea, pero con claras diferencias entre el contexto norteamericano y el europeo.

La primera diferencia se encuentra en la forma particular en la que cada uno interpretó y tradujo la Modernidad, no en abstracto, en tanto sistema de pensamiento, sino materializada en hechos culturales concretos y particulares en cada caso. Un ejemplo se circunscribe a la Modernidad entendida en términos de “Era de la Máquina”. La “máquina” en el quehacer arquitectónico, su concepción y sus alcances en cada continente son particulares y están en referencia a situaciones culturales locales.

Otra diferencia significativa fue la incidencia que el espacio arquitectónico tuvo en el proceso proyectual. No sólo pone en evidencia un profundo cambio estético en la arquitectura como obra construida sino que, sobre todo, transforma la génesis del proyecto arquitectónico. Esta ruptura proyectual se produjo en Europa en las primeras décadas del siglo XX. Por el contrario, en Estados Unidos comienza en las últimas décadas del siglo XIX. Se trata de pasar de la génesis edilicia planimétrica por mímesis, propia de la arquitectura academicista del siglo XIX en ambos continentes, a la concepción espacial de la obra y la reformulación del proceso de composición arquitectónica.

F.L. Wright concibió el espacio arquitectónico y la vivienda individual para la sociedad americana moderna casi veinte años antes que lo hicieran sus colegas europeos sin llegar a la abstracción, proceso proyectual consecuente con los planteos de las vanguardias pictóricas en aquel continente ya en el siglo XX.

El principal legado del maestro no radica en la influencia que el contexto cultural ejerció en las definiciones de Espacio Arquitectónico, Composición y Máquina, es decir lo que ha desarrollado en su proceso proyectual, sino qué se produjo en ese desarrollo que sea completamente distinto a lo ocurrido con anterioridad.

Wright concibió el espacio arquitectónico como una realidad en sí misma, como hecho fenomenológico, integrándolo al dinamismo del contexto cultural. Para ello fragmentó la “caja”, desmaterializó el muro y articuló la planta como operaciones proyectuales simultáneas a un nuevo modo de concebir la composición arquitectónica. En segundo término, extrapoló de Oriente la esencia de la percepción artística nipona al diseño arquitectónico occidental, a fin de concebir la composición como sincretismo entre ambas culturas. De esta forma definió el Espacio Arquitectónico y la Composición de la Arquitectura Moderna que, sumados a la Máquina como sistema axiomático, posibilitaron la irrupción de la Modernidad al ámbito arquitectónico ya en el siglo XIX. Estas “rupturas” adelantaron y definieron el proceso proyectual moderno.

Los Maestros de la Arquitectura Moderna, Wright entre ellos, nos posibilitan, reflexionar sobre nuestra realidad actual. Entender cómo supieron interpretar sus tiempos históricos y culturales a través de sus obras es todo un aprendizaje que dista mucho de estar agotado.

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